sábado, 12 de julio de 2008

El agua de la eterna juventud


Tradicionalmente, en la Tercera Edad se ha contemplado el tomar agua con un especial cuidado, dada su importancia en la salud de un organismo entrado en años...Muchos son los consejos ancestrales, algunos los mitos y muchas las creencias erróneas al respecto de la salud y la alimentación, sobre todo en lo que a los ancianos respecta. El consumo de agua no es una excepción en esta afirmación.Expertos en la materia aseguran ahora que comenzar el día bebiendo medio litro de agua en ayunas puede constituir un medio tremendamente eficaz para garantizarse un mejor tránsito intestinal, ya que en esos momentos la absorción de líquidos es mejor y, como valor añadido, se favorece el efecto de arrastre de las diversas secreciones que, internamente, hayan podido producirse durante las horas de sueño nocturno.Todo ello redunda en una mejor y más ágil evacuación que, en definitiva, se traduce en salud y calidad de vida. En este sentido, los beneficios resultan más que evidentes en la prevención, tratamiento y remedio de molestias como las denominadas “piedras” tanto en riñón como en vesícula, por no hablar de otros desarreglos digestivos provocados precisamente por la dificultad de tránsito.





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